lunes, 19 de marzo de 2012

ENCUENTRO DE ANTIGUOS ALUMNAS/OS


Sábado 17 de marzo de 2012. Muchas exalumnas y bastantes exalumnos tienen esta fecha reservada desde hace tiempo. Es el día del Encuentro de exalumnos de todos los tiempos, desde 1937 a 2011, que el colegio convoca con motivo de su 75 aniversario. Otros se enteran a última hora y se apuntan a un evento que no pueden perder, que no quieren perder.
A las 12 el colegio abre sus puertas y van llegando distintas generaciones. Abrazos, besos, saludos, reconocimientos - ¿eres tú? Estás igualita, qué distinta estás…- hay alborozo en el patio como si de un “recreo” se tratara. Están también, como no, los profesores, también los jubilados que se reencuentran con los alumnos de siempre, con los compañeros de siempre. Y religiosas venidas de la península – M. Mª Ángeles Melero, delegada de España, M. Flora, M. Goretti, M. Olga- y de las islas – M. Pilar Hernádez, M. Donelia etc -  
La generación de los 70 afina guitarras pues llevan días preparando la misa. Y a las 12 pasadas comienza la eucaristía que celebra, porque también fue alumno, D. Vicente Jorge.  Con un precioso ofertorio y una sentida acción de gracias, vibran los corazones cuando al final, después de muchas canciones de la época de “Cuéntame” se entona el himno: “Nazaret, casa escondida…”
Después de la eucaristía unos momentos de descanso y más abrazos (ha llegado más gente) y comienza la mesa redonda. A veces es difícil canalizar un cúmulo de emociones, vivencias, recuerdos…Por eso, en el momento de preparar el acto se pensó en dar la voz a un representante de cada década para que pudiera evocar “su colegio” que en 75 años ha ido cambiando.
La mesa estuvo compuesta por las siguientes personas: por la década de 1940 la sra Aurea Torres; de los 50, sra. Mabita, de los 60 sra. Frasquita Coello, de los 70 Rosa Mª Remón, de los 80, Verónica Mansito, de los 90 Julia Valdivia y de los 2000, el único varón, sr. Bejarano. Representando al claustro de profesores, dos exalumnas, Mayra y Doris. Y por las religiosas, M. Cecilia Cortacans. Moderó el acto M. Dolors Gaja.



Cada uno de los presentes había traído un objeto que simbolizaba su colegio: aparecieron fotografías, carnets de ruta de viajes, agendas con notas de profesores, cestas para llevar la comida cuando venían a  pie desde Arafo, orlas…y mucha, mucha emoción. Asomaron las risas, los aplausos y alguna lágrima; y aunque eran muchos los que hablaron la voz de tanta historia de Nazaret captó la atención e todos.
Al acabar, el almuerzo. En el patio se fueron buscando las generaciones, las amistades, los conocidos para almorzar, después de tanto tiempo, otra vez juntos. Pasearon las internas por las clases para ubicar su cama donde hoy hay una clase, se hicieron fotos…
Después de partir – y gustar!- una preciosa tarta con la foto de nuestro emblemático drago se dio paso al acto final. Bajamos a la capilla del pabellón de Eso y M. María presentó un video para agradecer tanto trabajo silencioso, tantos años de entrega…Sin saberlo, nuestra querida Pili, asistía a su homenaje, un homenaje que cuando se comenzó a hablar de este día surgió espontáneo. Porque Pili es aquella que siempre ha estado ahí y ha estado al estilo de  Nazaret.
A la tercera foto del video, la cara de Pili fue cambiando: todos la mirábamos a ella y ella veía el video sin entender mucho. Por fin comenzó a decir: yo no estoy muerta todavía, qué es esto. Un video precioso sintetizó no una vida, porque no se puede, sino una entrega y un sentimiento general: te queremos, Pili.
Cuando por fin se prendió la luz, una larga ovación decía lo que a veces el corazón no acierta a decir. Y comenzaron los regalos porque todo el pueblo, los profesores, las religiosas, el Ampa y los alumnos quisieron mostrar que Pili es para nosotros…mucho más.
Finalmente se recordó el aniversario del Colegio y se regaló al centro un precioso cuadro al óleo con los dos edificios.
La fiesta tocaba a su fin. En una clase quedaron amigas mirando fotos, videos…en otra hablaba un grupo…en las cuatro columnas otra reunión de amigas…
Y en el corazón de todos, Nazaret.