lunes, 19 de marzo de 2012

LLEGAN ADHESIONES AL ENCUENTRO (II)

DE UNA EXALUMNA QUE NO PUEDE VENIR PERO ESTÁ PRESENTE CON EL CORAZÓN

Lo que nunca pensé, fue que mi vida estuviera tan vinculada a Nazaret. Miro hacia  atrás y siempre ha estado ahí. Para mí ha sido más que un colegio, es parte de mí, de mi vida, de mi pasado y de mi presente.
Tengo cerca muchos días compartidos con mis hijas y vinculados a este nuestro colegio.  Días  de estudio, días de fiesta, días malos y días buenos. Tengo más lejos, en el recuerdo, días de niñez, de cuando estábamos estudiando, jugando, soñando…Ahí estaban mis compañeras, mis profesoras, mis religiosas, que siempre formarán parte de un trocito de nuestra vida. 
Quiero recordar las bajadas después de clase, cuando por una peseta, en la venta de San Pedro Arriba comprábamos un cartucho de aceitunas y nos lo íbamos comiendo calle abajo.
Recuerdo a mis compañeras, a Dulce, Ana Rosa Campos , Elisa, Rosa Mari Remón, Montse Chaves, Milagros Jorge, Mayra, Antonia Nieves, Carmen Elena, Carmen Rosa Mesa, Cande Perez del Pino, Nuria ,Clara Isabel, etc, y a las internas Ana Rosa, su hermana Carmen María, Loli, Marianela, Elena  Morales y tantas otras.
También recuerdo  a Rosabel, una niña que nos contaba historias en los descansos de gimnasia y que Dios quiso llevársela antes de tiempo.
Para las religiosas otro recuerdo, Madre Inmaculada, que fue directora, y sus enfados el día de la fuga con las que osaban fugarse consiguiendo llegar más abajo de los lavaderos; Madre Sagrario, Madre Soledad siempre con su guitarra, Madre Jesús, Madre Boni, Madre Gloria que también fue directora…
Sé que faltan personas y tantísimos recuerdos… pero pese a que ha pasado el tiempo hay algo especial que este colegio tiene. Es verdad que tendemos a idealizar las cosas, mas cuando hace tiempo que ha pasado, pero ahí queda el espíritu de Nazaret, es algo muy especial y creo que somos privilegiados por llevarlo con nosotros en nuestro corazón, y más aún si nuestros hijos también lo han vivido y sentido. Gracias Nazaret.  
PILAR MONGE