jueves, 13 de octubre de 2011




Con motivo del 75 aniversario afloran muchos recuerdos. Iremos sacando a la luz los que nos llegan y comenzamos por el relato, emotivo, del profesor David.


RECUERDOS DE MI COLEGIO ( I )


Si buscas la palabra “recuerdos” en wikipedia una de sus acepciones dice así: Los recuerdos son imágenes del pasado que se archivan en la memoria. Nos sirven para traer al presente algo o a alguien.
Tengo muchísimas imágenes del pasado en mi memoria pero es curioso, casi todas tienen como contexto el cole, sí, mi cole. Años y más años de vivencias, experiencias y anécdotas se archivan en mi cabeza; toda una vida que ha girado en torno a un denominador común: Nazaret.
Mi andadura en el Colegio Santo Domingo comienza en el año 1992 y aún recuerdo las palabras de mi madre: “Por favor David, compórtate, que no ha sido fácil conseguir plaza”. Una de las primeras imágenes que asocio a mi infancia es la dulce cara de la M. Boni, fue mi primera tutora en el cole, era una religiosa sencilla, amable y muy inteligente. Me ayudó muchísimo para que no tuviera problemas de integración, ya que era el único nuevo de la clase. Una bellísima persona.
Todo era novedoso para mí; en el comedor tenía que comer de todo, había muchísimas actividades extraescolares (por supuesto, las probé casi todas), las clases eran mañana y tarde... Pero algo era diferente, la gente me conocía: las cuidadoras me preguntaban como estaba, los profes se interesaban por mí, parecía que todas y cada una de las personas que formaban esta comunidad educativa habían estado muchísimos años a mi lado.
Los años pasaban y yo me hacía mayor, y por supuesto, las vivencias se acumulaban: juegos florales (un año fui el presidente de la mesa y al año siguiente mi composición resultó vencedora en el tema fe), el día de Canarias (con exhibiciones incluidas), días de la Paz (como nos gustaba bajar a San Pedro con el uniforme y la corbata, ¡ parecíamos modelos!), actuaciones de la tuna Nazaret (teníamos hasta la capa con las tiras de colores), montañismo (aquellas acampadas en Arenas Negras y campamentos en las islas, ¡qué bien lo pasábamos!), festivales de fin de curso (ese campito lleno hasta la bandera…, un año fue tan increíble que lo repetimos en el escenario de las fiestas de San Pedro), convivencias (nos quedábamos en el Seminario de La Laguna y por la noche nos llevaban al cine Aguere y a comer una hamburguesa), Viaje de 4º ESO (Austria-Suiza-Alemania-Liechtenstein-Francia ¡no hay palabras para resumirlo! pero aún hablamos de él cada vez que me reúno con mis amigos/as). Son tantos los recuerdos que me resulta imposible enumerarlos todos.
Paralelamente se iba formando un “equipo”, un grupo de niños y niñas educados en Nazaret, los mismos que aún hoy me llaman el día de mi cumpleaños, los mismos que me funden el móvil a whatsapp diariamente, los mismos que se reúnen conmigo en Navidad para cenar, los mismos que se toman el refresco y el bocadillo conmigo con solo hacer una llamada, esos son mis amigos/as, MIS COMPAÑEROS DE CLASE, ahora médicos, ingenieros, empresarios, economistas, veterinarios, maestros, cocineros, mecánicos, cerrajeros,…
Y seguí creciendo y llegó el momento de salir del cole, me habían enseñado mucho pero ahora me tocaba seguir mi camino. Tenía claro que quería ser docente para poder transmitir como lo habían hecho conmigo; los años siguientes pasaron volando (dos cursos de bachillerato y tres de universidad) y las vueltas de la vida me volvieron a situar en Nazaret.
Imposible redactar con palabras lo vivido los primeros días como profesor, todo era novedoso pero a la vez conocido. Mis antiguos profesores eran mis compañeros, las cuidadoras me abrazaban y me decían: “Te acuerdas de…”, me sentía feliz, ESTABA EN CASA.
Este curso será especial. El cole cumple su 75 aniversario y un extraño sentimiento recorre mi cuerpo, no sé si es orgullo, responsabilidad o una mezcla de ambos. Me considero una pequeña pieza de esta historia, la historia que comenzó hace 75 años y que ahora tenemos el placer de disfrutar todas y cada una de las personas que de alguna u otra manera formamos el Colegio Santo Domingo.
Lo ideal sería terminar estas líneas con alguna de esas famosas frases referentes a la educación pero no lo voy a hacer, me voy a limitar a exponer la pregunta que me hizo uno de mis alumnos de 6º la semana pasada: “Profe, ¿Qué haremos cuando el cole cumpla 100 años?
Gracias Nazaret.
David González Cano (Ex-alumno y tutor de 6º de Educación Primaria del Colegio Santo Domingo).